Viaje

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Desde la Mistela en Betania, queremos viajar con el sol que nos abandona.

miércoles, 17 de marzo de 2010

TACUINIS DE CINE: El valor del espacio y el tiempo de la sonrisa.







Ahí voy una noche cualquiera, a los cinco años, de la mano de mamá.
Hace quince minutos sonó la marcha; que es el pasodoble, El dos negro, con el cual a modo de repique, se le pide a la gente acelerar el paso para llegar a tiempo al cine, o para que vayan tomando la ruta de la cama para otro sueño.
Nosotros vamos al encuentro de esa bella ilusión que descubrirá mi vida.
Es el teatro Real de éste pueblo, con el irreal nombre de Gigante, en el que nos acostumbramos a vivir en su ficción, como si fuera cierto.
Entonces me encuentro por primera vez con la pantalla plateada y ese hombrecillo de gafas y sombrero de paja haciendo piruetas y torpezas para hacerme reír.
Y río con la impunidad infantil de una avalancha.
Ello produce la magia.
Y con los comics de la misma época, me quedo frente a esa pantalla, como una dulce maldición, para el resto de mi vida.




Meses o años después, ya como un verdadero seguidor de HAROLD LLOYD puedo ver EL HOMBRE MOSCA, su cuarto largo metraje, donde escala un edificio para poder alcanzar la seguridad de un empleo y ser querido por la muchacha. Y la Via Láctea donde de lechero cambia a boxeador, como si estuviera viviendo en mi país, donde no se puede trabajar en lo que nos gusta.

De tal suerte que no fue Chaplin mi primer personaje de pantomima y en contra de lo que piensa Saramago, ese hombrecillo me llevo de la mano de mamá, a éste mundo de papel y de luz que seguiría en adelante, como si me indicara cual maestro, que mi salvación y la del mundo no estaban en el drama y las lagrimas, sino en la sincera sonrisa infantil.
Ese pequeño genio de los gags que fueron retomando, Chaplin, Buster Keaton o los hermanos Marx construyó luego todo un imperio del cine mudo hasta llegar a ser miembro de la Academia y su aporte no fue simplemente con sus chistes demoledores, sino con el sacrificio de dos de sus dedos que perdió al pretender encender su puro con la mecha prendida de una bomba de utilería, que al final no lo era, sino tan real que le estalló en la mano como el filosofo real-cómico que se quedará colgado del tiempo, para mí, en esas saetas del reloj.

Suspendido. Para enseñarme el valor del espacio y el tiempo de una sonrisa.




lunes, 15 de marzo de 2010




VIAJES POR EL PAPEL...







Eso, lo de fundar y refundar historias en la memoria del viento.
Lo de regresar apremiado por un sueño que no alcanzó a ser pesadilla.
Lo de encontrar la salvación por las palabras, para no morir de rencor.
Y no quedar viviendo de fiado con la vida.
Nos escapamos entonces del tiempo,
huimos sobre el anca de la primera amazona destrozada por sus propios dientes que caen en pedazos,
Su sonrisa perdida en una oquedad virginal de silencios

domingo, 7 de marzo de 2010

TACUINIS

SOBRE LA NUEVA MUSICA UNDERGROUND COLOMBIANA.

Isaías Peña en uno de sus comentarios del Blog, se quejaba con razón, del pobre homenaje que se hiciera a JORGE VILLAMIL nuestro ilustre cantor.
Lamentable si al momento de hacer cuentas, resulta siendo el mayor compositor de Colombia, o de América por algunos.
Y si las comparaciones son odiosas, podemos decir que existe una grave pugna entre la música vallenata y la que conocemos como colombiana.
La primera fue adoptada por el mundillo de la política que logro con ello de ida y vuelta mutuos favores. El incremento de la publicidad de aquel estilo musical y la representación en votos por la visita anual al festival por parte del político.
La música colombiana se ahoga, rechazada por los medios, oculta para los intereses económicos que la tienen como un vejestorio y solo admiten el género musical, remachacado y a fuerza de ello impuesto. Y no estoy renegando de una manifestación cultural.

La supuesta lucha, de forma consciente ignora la existencia de otras manifestaciones culturales territoriales que no tenga el acordeón de por medio. Así obra en una tonada que pretende resumir todos los gritos folclóricos del país. Otro Jorge, Celedón, el que comenzó con un "ranchenato" en el ámbito de la música: "Oye mamá en la puerta hay un señor que dice que es mi papá..." canción que terminó por imponerse a fuerza de machacarla por los medios.
Pues bien, como decía, en la canción LA INVITACION que pretende ser el resumen de los festivales de COLOMBIA, se omite en el coro principal la existencia del FESTIVAL FOLCLORICO Y REINADO NACIONAL DEL BAMBUCO EN NEIVA HUILA. Como si se pudiera borrar con el deseo todo un sentimiento, una cultura o un pueblo. Claro, al finalizar y fuera del contexto del tema, invita en un tímido grito incrédulo, a pegarse la rodadita, de manera vergonzante.
Con ello se corrobora que de verdad y de manera consciente se quiere ningunear al mas grande FESTIVAL FOLCLORICO vivo, que tiene el país, origen y sustento de parte de nuestra nacionalidad, y del cual año tras año el mencionado cantante llena sus bolsillos.
Concluyendo, es lamentable que por dirección estatal y afinidades políticas el vallenato haya llegado al poder y la MUSICA COLOMBIANA como despectivamente la consideran los locutores y mercachifles de los medios se haya escondido como una peligrosa manifestacion UNDERGROUND.
Esto decia Isaias a raiz del funeral de Villamil:

"Despedida deslucida a Jorge Villamil

No se si por haber dejado dicho que no le hicieran homenajes politiqueros, la ceremonia de hoy miércoles en la catedral primada de Bogotá para despedir al gran maestro de la música colombiana, resultó muy pobre. El decreto presidencial, como me comentó el historiador Bernardo Tovar Zambrano, fue un sentido pésame por decreto. La palabras de Libardo -así le decíamos en Garzón-, muy quedadas para llegar de un orador y escritor de fama (además, muy despectivo al mandar a los músicos para el atrio). Alguien dijo que Villamil había dejado incompleta una obra musical que ahora estaría arreglando con algún coro angelical (no se si era una metáfora o un chiste pachuno).
Yo me imaginé que en la catedral oiríamos un concierto de la Filarmónica con obras del gran maestro; que la presidencia ordenaría en su decreto de honores (como suele hacerlo a voz en cuello el doctor Uribe), a quien correspondiera, recopilar las composiciones de Jorge Villamil en un libro de lujo y en otro popular para repartir en las escuelas del país (para que los niños aprendan que "Espumas" no es mexicana, sino colombiana), o una antología o un video musical con sus mejores temas (algunos de ellos, como "Caracolí", ya casi son especie extinguida); que el Departamento del Huila traería su Sinfónica de Vientos con "El barcino" al frente y prometería darle otro empujón al Museo Jorge Villamil.
Pero no. Nada. Algunos músicos cantaron en el atrio de la señorial catedral primada de Colombia, regañados por Monseñor Libardo, quien, por lo visto, poco quería al compositor de compositores. (El maestro Villamil tenía razón, más valía un velorio en Sayco que cien discursos en la catedral o en el capitolio. Todo es oropel, Maestro, usted ya lo había dicho)."
Por supuesto que por otras razones, pensé oportuno reconocer al maestro con éste pequeño video clip:


sábado, 6 de marzo de 2010

TACUINIS
SOBRE UNA RESEÑA DE ISAIAS PEÑA SOBRE J.D. SALINGER.
Hola Isaias, iba a comentar tu reseña, pero de inmediato surgió aquello de tener cuenta y las claves.
Voy a reconstruir lo que había escrito y se borró al efectuar el registro:



Que no tuve suerte, al leer el libro en soberano españolete. 
De tal suerte que las tan esperadas y efectivas expresiones adolescentes de Caulfield, a lo mejor las pierde la gilipollas que tradujo la novela. De todas maneras alcanza a vislumbrarse el complejo mundo de éste Holden, a lo mejor mas complejo que el propio Quentin de Faulkner. Claro con todas sus desmesuras, que van del pobre adolescente que practicaba el golf, hasta su efectiva sicopatía de norteamericano, sin posibilidades de cura como Woody Allen. Así pues que nada de comparación con el internado que sufriera el pobre Joaco o tu . Lo dicho, faltó Cortázar para poder penetrar en la espléndida sordidez de ese adolescente, un tanto oscuro o mejor desteñido a fuerza de la doble moral aprendida por los españoles que se cagan de verdad en la leche, la hostia y hasta en Dios, pero nos arrebatan de labios del posible "desadaptado" rico, la confesión del veneno claro, para descifrar el origen de la chispa que desata la oscuridad del hombre. Ese desprecio por lo humano que nos acerca tanto a Fernando Vallejo con su primera persona como una daga ensangrentada.
Si conoces una mejor traducción, recomiéndamela y 
hablamos.
Al parecer tengo blog. Si es así , éste se consigue con el nombre del escritor aventurero que escribía TACUINIS. Como se llamará lo que de ahora en adelante escriba por esos lares, si existo.
M.P.
MARZO 6 DE 2.010

TACUINIS

El asunto está en atreverse a vislumbrar lo que acontecerá.
Un vate tiene por obligación cumplir con el rito de adivinar.
Si no es la suerte, por lo menos lo que acontecerá en fecha reciente a su alrededor. De ahí la gran preocupación de la gente docta, por los usurpadores, que con el cuento del tarot y sin haber llorado en el vientre materno, se atreven a indicar el desbarrancadero de cualquier sujeto por los confines de un incierto futuro.
Es cuestión de entender el tiempo.
Nada mas fácil.
Si entendemos que una de las formas del tiempo es la música. Elemental. Rodar por alguna nota hasta llegar mas allá de donde partimos.
Para los sordos por ejemplo el tiempo no es tan material, como lo es la música para los de grandes audífonos cartilaginosos.
En fin, atreverse a escribir en pequeños textos como éste, lo que viene del futuro.
Porque lo que no entendemos es que ya sabíamos el futuro. Y que nuestro recuerdo fue borrado al nacer con una nueva cinta. La del presente.
Pero el problema celular del crecimiento no es otra cosa que la reversión desde el futuro de lo que ya fuimos. Es esa sensación de haber estado en un sitio allá en el infinito, que no lo es tanto, o mejor del cual hacemos parte como finitos, pero ocupamos el lugar. A un lado del punto se desliza una tonada musical con sabor a eternidad que es el tiempo. Y no es tarde ni noche. Simplemente es una estática del movimiento.
Esos chinos se la traían con esto de adivinar.
Por eso insisto.
Adivinar no es de brujos.
Es la peor obligación que nos tocó a los escritores.
Y si lo hacemos en tacuinis es mas llevadero para el cerebro.
Porque nos permite acceder a una temporalidad mas extendida.
Eso y sembrar árboles, si hasta parece fácil.
Pero hay que intentarlo.