Viaje

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Desde la Mistela en Betania, queremos viajar con el sol que nos abandona.

domingo, 17 de octubre de 2010

Hoja en blanco

En el desenfreno por volar, salimos de una página oscura y entramos por la esquina de otra menos vacía y cordial y los mundos siguen repitiendo las estridencias de la huída. Casi sin resolver la ruta a seguir, tomamos de la mano, lo que se parece mas a nuestra voz y allí vamos como atrevidas copias de algo que tuvo existencia hace mucho.
Son pincelazos que pretenden dar color a cierto recuerdo oscuro.
Sus manos son iguales al tacto de los dioses.
Sus pasos son el clap clap de un rumor de circo.
Detenidos en el momento del retorno, vemos que no hemos dado el primer paso.
Y allí están todos los fantasmas reclamando su existencia.
La infelicidad nos guía de nuevo y reiniciamos el sueño en la parte que nunca culminó.
Es una hoja en blanco que se asimila al lado mas oscuro de nuestro espacio interior.
Tiene el rostro de todos y la piel exclusiva.
Entonces lo hacemos trizas  y tomamos la pagina siguiente.
La del amigo de toda la vida, en una novela que parte de ahora, con una mujer que se hace personaje por  obligación y que se pega a la voz como excusa de su propia necesidad de vida.
La historia se convierte en la voz esotérica del último liberal que cruza los espacios del escritor con precisos tajos de la rula de la vida, ávida de luz, carente de silencios como si el rumor fuera la necesidad de alguien que negó la muerte en los lábios del I Ching.