Viaje

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Desde la Mistela en Betania, queremos viajar con el sol que nos abandona.

domingo, 7 de marzo de 2010

TACUINIS

SOBRE LA NUEVA MUSICA UNDERGROUND COLOMBIANA.

Isaías Peña en uno de sus comentarios del Blog, se quejaba con razón, del pobre homenaje que se hiciera a JORGE VILLAMIL nuestro ilustre cantor.
Lamentable si al momento de hacer cuentas, resulta siendo el mayor compositor de Colombia, o de América por algunos.
Y si las comparaciones son odiosas, podemos decir que existe una grave pugna entre la música vallenata y la que conocemos como colombiana.
La primera fue adoptada por el mundillo de la política que logro con ello de ida y vuelta mutuos favores. El incremento de la publicidad de aquel estilo musical y la representación en votos por la visita anual al festival por parte del político.
La música colombiana se ahoga, rechazada por los medios, oculta para los intereses económicos que la tienen como un vejestorio y solo admiten el género musical, remachacado y a fuerza de ello impuesto. Y no estoy renegando de una manifestación cultural.

La supuesta lucha, de forma consciente ignora la existencia de otras manifestaciones culturales territoriales que no tenga el acordeón de por medio. Así obra en una tonada que pretende resumir todos los gritos folclóricos del país. Otro Jorge, Celedón, el que comenzó con un "ranchenato" en el ámbito de la música: "Oye mamá en la puerta hay un señor que dice que es mi papá..." canción que terminó por imponerse a fuerza de machacarla por los medios.
Pues bien, como decía, en la canción LA INVITACION que pretende ser el resumen de los festivales de COLOMBIA, se omite en el coro principal la existencia del FESTIVAL FOLCLORICO Y REINADO NACIONAL DEL BAMBUCO EN NEIVA HUILA. Como si se pudiera borrar con el deseo todo un sentimiento, una cultura o un pueblo. Claro, al finalizar y fuera del contexto del tema, invita en un tímido grito incrédulo, a pegarse la rodadita, de manera vergonzante.
Con ello se corrobora que de verdad y de manera consciente se quiere ningunear al mas grande FESTIVAL FOLCLORICO vivo, que tiene el país, origen y sustento de parte de nuestra nacionalidad, y del cual año tras año el mencionado cantante llena sus bolsillos.
Concluyendo, es lamentable que por dirección estatal y afinidades políticas el vallenato haya llegado al poder y la MUSICA COLOMBIANA como despectivamente la consideran los locutores y mercachifles de los medios se haya escondido como una peligrosa manifestacion UNDERGROUND.
Esto decia Isaias a raiz del funeral de Villamil:

"Despedida deslucida a Jorge Villamil

No se si por haber dejado dicho que no le hicieran homenajes politiqueros, la ceremonia de hoy miércoles en la catedral primada de Bogotá para despedir al gran maestro de la música colombiana, resultó muy pobre. El decreto presidencial, como me comentó el historiador Bernardo Tovar Zambrano, fue un sentido pésame por decreto. La palabras de Libardo -así le decíamos en Garzón-, muy quedadas para llegar de un orador y escritor de fama (además, muy despectivo al mandar a los músicos para el atrio). Alguien dijo que Villamil había dejado incompleta una obra musical que ahora estaría arreglando con algún coro angelical (no se si era una metáfora o un chiste pachuno).
Yo me imaginé que en la catedral oiríamos un concierto de la Filarmónica con obras del gran maestro; que la presidencia ordenaría en su decreto de honores (como suele hacerlo a voz en cuello el doctor Uribe), a quien correspondiera, recopilar las composiciones de Jorge Villamil en un libro de lujo y en otro popular para repartir en las escuelas del país (para que los niños aprendan que "Espumas" no es mexicana, sino colombiana), o una antología o un video musical con sus mejores temas (algunos de ellos, como "Caracolí", ya casi son especie extinguida); que el Departamento del Huila traería su Sinfónica de Vientos con "El barcino" al frente y prometería darle otro empujón al Museo Jorge Villamil.
Pero no. Nada. Algunos músicos cantaron en el atrio de la señorial catedral primada de Colombia, regañados por Monseñor Libardo, quien, por lo visto, poco quería al compositor de compositores. (El maestro Villamil tenía razón, más valía un velorio en Sayco que cien discursos en la catedral o en el capitolio. Todo es oropel, Maestro, usted ya lo había dicho)."
Por supuesto que por otras razones, pensé oportuno reconocer al maestro con éste pequeño video clip: